La 'peliteñida' de 'Betty la fea' deja atrás los tintes para ser la más estresada de las amas de casa de la calle Manzanares

Leonor Guerrero es una ejecutiva que dejó su carrera profesional para dedicarse a su familia: su esposo, Antonio, que por motivos de trabajo constantemente está ausente del hogar pero que a su retorno exige dedicación casi exclusiva y ''atenciones especiales'', y sus cuatro traviesos hijos. La vida doméstica de esta joven esposa tiene más desafíos que cualquier junta de directores o cualquier presentación ante clientes y la tiene al borde de la desesperación.

Bueno, no podía esperarse otra cosa, cuando Leonor es uno de los personajes principales de Amas de casa desesperadas, la serie que estrenó hace unas semanas Univisión en Estados Unidos, basada en el éxito de la televisión americana Desperate Housewives, coproducida por Disney-ABC International Television-Latin America y realizada en Argentina por POL-KA Producciones, con un elenco internacional estelar.

La Leonor original se llamaba Lynette Scavo y la interpretaba la galardonada Felicity Huffman, pero para esta versión hispana, más joven, llega Lorna Paz, la recordada Patricia Fernández ''La Peliteñida'' del suceso internacional Yo soy Betty la fea.

''Como personaje es todo un reto'', dice la actriz cartagenera con entusiasmo sobre Leonor, una mujer que por momentos parece ver la vida con frustración, desencanto y sin esperanzas, pero que resuelve las situaciones con picardía y, a veces, un toque de sensualidad. 'La parte física me encanta porque no salgo como siempre. Aparezco sin maquillaje, toda `despelucada', como una ama de casa. Algo muy real, como cuando una está tan ocupada que no tiene tiempo ni para fijarse en una misma''.

Si bien la imagen que el público norteamericano más recuerda es la de la coqueta Patricia, en Betty la fea, Lorna Paz tiene una larga trayectoria en el mundo del espectáculo, que inició a los 16 años como modelo en Barranquilla, Colombia. En 1997, decidió dar un giro en su carrera y comenzó a estudiar actuación en Bogotá, donde debutó en la comedia Padres e hijos. Después de trabajar en varias series y telenovelas, en 1999 la invitaron a trabajar en Yo soy Betty la fea, convirtiéndose en un estrella en su país, y en todos los lugares donde se vio la telenovela.

El papel de Leonor, desde un principio, le pareció hecho a su medida. ''Había visto la serie americana, pero sólo la mitad de la segunda temporada y la tercera, pero me encantaba'', explica. ``Como nunca había visto la primera, la lectura de los libretos fue un descubrimiento''.

La actriz relata que grabaron 23 episodios en Buenos Aires, la primera temporada completa antes del estreno de la serie en Estados Unidos. ''Pasamos cuatro meses fuera de casa'', relata. 'Pero se pasaron rapidito. Siempre me llevo a toda la familia conmigo. A mis hijos, que no son para nada como los `angelitos' de la serie''.

''Ahora estamos en los planes para la segunda, pero hay que esperar a ver los resultados y ver si los productores deciden continuar'', agrega. Aunque todo parece indicar que tanto Univisión como Disney-ABC deben estar muy satisfechos por los primeros informes de sintonía revelados por la primera, pero aún no se ha hecho un anuncio oficial sobre el futuro de la serie.

''En lo personal me siento muy bien con mi trabajo en Amas de casa desesperadas'', asegura. ``No sé cómo explicarlo, me siento afortunada, muy contenta... Claro, uno siempre escucha lo mismo, pero es la verdad. Esta es una situación chévere: Hacer este tipo de serie, más a la americana y con nueva tecnología, en high definition... las cosas son como más naturales, más reales. Todo esto nos coloca en un mundo más real en el que más tarde las personas puedan identificarse con los personajes y situaciones''.

Ahora, Paz sabe que no debe ser una desesperada, como Leonor. El futuro depende de la decisión que tome la cadena. ''Todo depende de Amas de casa desesperadas y seguimos a la espera'', comenta. ``Por el momento, estoy estudiando algunas propuestas de publicidad y de pronto algo en cine, aunque no podría comprometerme. En julio tendríamos que volver a Argentina''.

Es decir, a la calle Manzanares, en donde todavía hay mucho que descubrir.

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